domingo, 16 de diciembre de 2007

Una realidad tan irreal


Desperté con la extraña sensación de que aquel sueño comenzaba a convertirse en mí realidad,
eso me asustaba, me angustiaba, porque desde el inicio de mi historia me habían enseñado que
los príncipes azules existían, yo no podía entender la realidad de otra forma. Hoy cumplía mis
dieciocho años y hoy decidí descubrir que hay más allá de las paredes de este lugar, al principio
fue todo tal cual siempre había estado acostumbrada, casas espaciosas, gente parecida a mí, estaba contenta porque el sueño de anoche no se hacía realidad, seguí caminando por largo rato,
no me cansaba pues mi felicidad de saber que lo soñado se desvanecía era perfecto, tomé una
micro y me bajé en un lugar llamado plaza Italia, desde ese lugar decidí caminar e introducirme
por calles más pequeñas, más desiertas, más frías, comenzaba poco a poco a angustiarme, pues
vi rostros de tristeza, vi rostros de cansancio, vi rostros de alegría pero también de sed de
justicia, vi ojos de niños hambrientos, vi humanidad, vi afecto y también soledad, fue la extraña
mezcla y la extraña sensación vivida aquella noche antes de mi cumpleaños, no comprendía el
porqué decimos “ser humanos”.

No hay comentarios: